¿Design Thinking en El Salvador? Parte I
En los últimos meses formé parte de la Especialización Internacional en Gestión del Diseño Estratégico en la escuela. Aquí tuve la oportunidad de escuchar a personas de Argentina, España y Chile exponer su versión sobre Design Thinking y sobre conceptos relacionados como Service Design, Business Design, Diseño Estratégico, Human Centered Design… y una que otra variante tanto en inglés como en español.
No quiero hacer el tema muy largo (la última vez me excedí) y nunca me ha gustado discutir semántica, así que no estoy aquí para profundizar ni generar un consenso sobre cada uno de estos conceptos. Lo que escribo es porque quiero compartir con ustedes lo que considero el reto clave que las empresas deben conquistar. (A quien le interese profundizar, lo invito a comenzar por aquí)
Así que primero, de lo expuesto en la especialización antes mencionada, necesito resumir de manera general las enseñanzas en común de todas las disciplinas que mencioné y algunas otras no tan en común que merecen ser rescatadas:
Design Thinking… (o como le quieran llamar)
1. Es una forma de pensar.
2. Son metodologías para resolver problemas.
3. Equilibra pensamiento analítico con pensamiento intuitivo.
4. Gira en torno al usuario.
5. Toma en cuenta los recursos disponibles.
6. Toma en cuenta lo que es viable para una organización.
7. Utiliza metodologías etnográficas para aprender del entorno.
8. Es pensar con lo tangible.
9. Es un proceso iterativo que evoluciona a prueba y error.
10. Facilita la innovación radical.
Esas son las diez enseñanzas más importantes que recuerdo. Estoy seguro que he olvidado incluir mucho y por ello le pido disculpas a Ideo, Tim Brown, Thomas Lockwood y a todos los exponentes del tema. Lo siento, de verdad lo siento. Pero como ya dije: no estoy aquí para profundizar, sino para hablar sobre lo que considero es el gran reto que todas las empresas tienen enfrente.
Para mi el foco debe tratarse de, una vez entendido el diseño de esta forma, reconocer que no debería ser el trabajo solo de diseñadores, sino de toda la empresa. El reto es entonces crear las condiciones a lo largo de toda la organización en donde todos puedan pensar, trabajar y respirar todas estas enseñanzas que Design Thinking nos deja. Desde la estructura organizacional, la cultura, los procesos, las metodologías y todo lo que forme el ADN de la empresa.
Una de las compañías más reconocidas por sus talentos y fortalezas en diseño es Apple: uno fácilmente se deleita con tantas buenas decisiones de diseño desde hardware hasta software, desde todos sus productos hasta cada uno de sus servicios. A pesar de mi gran admiración profesional por Jonathan Ive y todo su equipo, quiero argumentar que esa fortaleza dentro de Apple no viene únicamente de un departamento de diseño, sino de una empresa que se ha encargado de democratizar este pensamiento intuitivo a lo largo de toda la organización. O como diría Ive:
“Deep in the culture of Apple is this sense and understanding of design, developing and making”.
En Happy Punk Panda tenemos años cultivando esta forma de ver el mundo y personalmente lo considero una de mis tres responsabilidades más importantes (el diseño no es lo único que hay que democratizar). Como Apple es cliché, me gustaría seguir desarrollando la idea en base a mi experiencia personal en Happy Punk Panda (parte II de este post) y las dificultades que se encuentran en un país como el nuestro para hacer esto posible (Parte III).
Así que los invito a mantenerse pendientes de mis próximas entradas.
Pingback: ¿Design Thinking en El Salvador? Parte II | Lo Estratégico
Pingback: ¿Design Thinking en El Salvador? Parte III | Lo Estratégico