Vivir en el futuro

Este año termino de dar la clase de Historia del Diseño. Durante más de 10 años compartí con los estudiantes experiencias educativas que pretendieron describir cómo el diseño surgió y ha ido evolucionando de acuerdo con las necesidades de las sociedades. 

Una pregunta que siempre me asaltaba la hora de planificar el programa de la asignatura fue ¿Para qué nos puede servir la historia? en específico, ¿para qué nos puede servir la historia del diseño a las comunidades educativas?

Después de varios años desarrollando esta asignatura creo que puedo compartir algunos puntos claves para dar respuesta de la utilidad de estudiar la Historia del Diseño. 

Una posible respuesta se puede encontrar en el trabajo del mítico Victor Margolin, uno de los historiadores del diseño con mayor rigor y producción de material a nivel mundial, esto por su agudo análisis y por dar visibilidad, desde el diseño, a regiones socioeconómicas desfavorecidas. 

Victor Margolin siempre vio hacia el futuro desde la historia. En el capítulo 2 de su libro, “Construir un mundo mejor. Diseño y Responsabilidad Social”  hace una invitación a vivir en el futuro. Para Margolin, el diseñador tiene que desempeñar un papel fundamental en el proceso de cambio social (2005) mediante una relación con el entorno. Para él es muy relevante que no se nos olvide que los diseñadores también son ciudadanos que participan en los distintos procesos sociales y políticos fuera de su rol profesional. 

Nos recuerda que la formación del diseñador le permite imaginar y gestionar escenarios que pueden ubicarse en el futuro. Para que esto suceda las universidades deben hacer ènfasis en propiciar espacios donde los estudiantes conozcan su sociedad y la realidad de los diversos actores que la conforman. Así, Victor Margolin hace un llamado para que la instituciones educativas incluyan asignaturas que preparen a los estudiantes para imaginar escenarios del futuro (2005). 

Es posible planificar e imaginar estos escenarios del futuro solo si conocemos y analizamos nuestra historia. Si aprendemos de experiencias previas no repetiremos errores del pasado y tendremos proyectos más adecuados a las necesidades de individuos y grupos.

Margolin siempre fue un historiador con la vista al frente. Tuvo claro que el futuro es el lugar donde el diseñador debe habitar y la historia es el instrumento para argumentar sus propuestas. 

Así pues, se enseña historia para imaginar el futuro que dependerá de todos y el compromiso ciudadano de los diseñadores ante los problemas de la sociedad. Debemos aprender a vivir en el futuro.

German Rosa

Docente e investigador. ECMH alumni

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