Sofía Aguilar: moda e investigación
Continuamos conmemorando el 10 aniversario de consolidación de la carrera de Diseño Estratégico. Por tal motivo publicamos esta tercera entrevista que forma parte de los diálogos que tendremos cada mes, con diseñadores estratégicos de las diferentes promociones para generar un punto de encuentro y compartir experiencias de aprendizaje.
Para esta entrega invitamos a Sofía Aguilar, diseñadora estratégica de la tercera promoción. Sofía trabaja como diseñadora de calzado e investigadora de tendencias en Empresas ADOC. Recientemente lanzó su marca de ropa, Solissa. Este proyecto tiene tres ejes: la versatilidad, la inspiración en la naturaleza y que está enfocada en la mujer actual, fuerte, versátil e ingeniosa.
– Sofía, fuiste parte de la tercera promoción de diseño estratégico en 2013. Rápidamente iniciaste una carrera profesional como diseñadora de calzado. ¿Cómo aplicaste las herramientas y metodologías de Diseño Estratégico al desarrollo de proyectos de moda?
-Mi formación como diseñadora estratégica me permite llevar una metodología centrada en el usuario, ser empática con él y desarrollar procesos que van más allá del diseño en equipos multidisciplinarios.
Al llegar al mundo del calzado, está capacidad me permitió no limitarme solamente a crear el producto de acuerdo con las tendencias de moda (el zapato y la colección como tal). Me explico: al ser el departamento de diseño de producto relativamente nuevo en la empresa (llevaba solamente 9 meses de existir), era un gran desafío y una oportunidad de desarrollar un proceso que no solamente facilitara el diseño de las colecciones, sino que integrara los procesos que la compañía ya tenía establecidos con departamentos de mayor trayectoria, como desarrollo de producto y merchandising. Esto, para facilitar la gestión, creación, transformación e implementación/adopción de las colecciones, temporada tras temporada.
Así, con el equipo humano de aquel entonces, 2014, establecimos una metodología para diseñar la colección con el aporte de los departamentos involucrados lo que permitió incorporar diversas herramientas, como, por ejemplo, las hojas de especificaciones, el proceso claro para la elaboración de prototipos, entre otros.
Se facilitó así la comunicación y la gestión oportuna de los ítems que componen las colecciones tanto con la planta local como con los proveedores en el exterior. La idea, más allá del factor moda, fue lograr sinergia entre todos los equipos involucrados, con el objetivo de crear colecciones integrales para la satisfacción del usuario externo (el cliente).
– Uno de los factores claves en el diseño de moda es la investigación de tendencias. En la mayoría de los casos se diseña para colecciones que saldrán en los próximos años. ¿Cómo es este proceso y cómo se puede aplicar a la práctica del Diseño Estratégico?
-El Diseño Estratégico tiene como centro al usuario y al hablar de tendencias, nos referimos al reflejo del sentir de la sociedad/usuario en un espacio de tiempo determinado. El enlace entre ambas visiones nos da como factor común al usuario. En él encontramos los inputs para la creación. En mi caso la inspiración para el diseño de las colecciones.
Por lo general, el gran input de las tendencias es una visión macro en la que el sentir social y las influencias son globales. En el mundo de la moda, la etapa de adopción de estas puede ser más tardía que en otros lugares. Por ejemplo, al hablar de Centroamérica, la adopción de las tendencias sucede en una etapa de mayoría tardía esto quiere decir que en mercados como el de Europa y Estados Unidos la tendencia ya ha sido testeada y comprobada.
La experiencia de nuestro usuario, el cliente local, es totalmente diferente debido a que el clima es mucho más cálido y no solamente el ambiente, sino también de su personalidad. con un colorido distinto, prácticas y actividades propias de esta zona y una mentalidad un tanto conservadora.
Es ahí donde la metodología centrada en el usuario es clave, ya que empatizamos con el usuario local para identificar y definir las tendencias que mejor se adaptan al medio y a sus necesidades. También se identifican ciertos factores, que posiblemente no son tendencia o moda, sino que son atributos que es importante incorporar en las colecciones, ofreciendo así tanto la propuesta de moda como la propuesta universal que satisface ese factor que caracteriza al usuario local.
– Durante tu formación académica tuviste muchas experiencias de aprendizaje significativas que marcaron tu forma de abordar problemáticas desde el diseño. Compartinos una que fue fundamental y que sigue influenciando la forma en que trabajas tus proyectos profesionales en diseño de calzado.
-El mejor aprendizaje fue el no encasillarte. La formación en la escuela es multifacética. Nos permite conocer, experimentar, pensar fuera de la caja. También nos enseña a comunicarnos con otras áreas, igual de importantes en la organización o proyecto donde estemos involucrados.
A la vez, el no encasillarse nos permite actuar objetivamente y tomar todo reto con la mejor actitud y disponibilidad, ya que no todo el tiempo estaremos en proyectos donde nos sintamos 100% identificados con nuestras pasiones y gustos. Sin embargo, en mi experiencia, estas circunstancias, son de mucho aprendizaje, ya que nos permiten salir de nuestra zona de confort y ser un poco más objetivos en nuestros análisis y propuestas.
A lo largo de mi carrera profesional esta enseñanza ha sido clave, ya que en diversas ocasiones hay requerimientos bien específicos para el diseño de cierto calzado, donde es muy probable que, como usuaria, no sea el estilo de mi elección, sin embargo, existe la posibilidad de que para el macro público al cual se dirige, este sea su preferido.
– Hace algunos meses lánzate tu proyecto de moda, Solissa Design. Cuéntanos sobre el.
Solissa (@solissa.design) es mi emprendimiento de una marca de ropa diseñada y confeccionada con amor en El Salvador.
Junto a mi amiga y socia Elisa Peña, quien es diseñadora industrial, a mediados del 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del COVID-19 y ante una situación de incertidumbre, donde nada es seguro, nos vimos motivadas a crear algo propio y que es pasión para ambas, el diseño de modas. Sin embargo, debido a los sentimientos que la pandemia ha suscitado en cada uno de nosotros no queríamos crear una marca más de moda/ropa.
Inspiradas en el concepto de slow fashion y en el sentir de los usuarios por el momento de pausa y reset, nace la marca Solissa. En un escenario en el que los paradigmas del vestir bien se están rompiendo y surge la búsqueda de piezas atemporales con detalles trendy, la marca tiene su espacio para su primera colección, EDÉN, la cual lanzamos en febrero de este año.
La marca y colección de carácter clásico/minimalista tiene tres pilares claves:
- La versatilidad. El confinamiento nos ha dejado un mood casual y de estar cómodos, pero también es importante seguir con las actividades del día a día. Es por ello por lo que las siete piezas y cinco looks de la colección han sido diseñados desde una perspectiva versátil/ecléctica, que va desde la selección de telas de suave tacto, livianas y en su mayoría de fibra de algodón y lino, hasta la confección y fitting de las mismas con el fin de ofrecer un look dressy/casual, pero con total comodidad como si estuvieras en casa.
- La naturaleza. La reconexión con la madre tierra, nos inspiró para crear piezas de total frescura y movimiento.
- La mujer actual, fuerte, versátil e ingeniosa. Queremos que las piezas de Solissa sean una extensión de ellas, que las complementen en cada una de sus actividades. Es por ello por lo que la misión central de la marca es hacer sentir bien y especial a la mujer en cada momento de su vida.
Por otro lado, manejamos un servicio de made-to-order, con lo que garantizamos que cada una de las piezas Solissa cuenten con atención y confección personalizada, donde el cliente escoge el colorido (dependiendo de la disponibilidad) validamos tallas para lograr un ajuste idóneo de acuerdo con el cliente.
Por el momento nos encontramos en el desarrollo de la colección para la segunda mitad el año, motivo por el cual, pronto están disponibles nuevas piezas igual de versátiles que la actual colección, pero con un look mucho más femenino y romántico.
– El escenario actual para la empresa salvadoreña es complejo. La pandemia del COVID-19 ha condicionado el cierre de muchos comercios y servicios. ¿Cómo te has enfrentado desde el diseño a este escenario?
-En mi caso, la pandemia ha sido un motivador para salir de la caja y atreverse. Es decir, he lanzado una marca en este escenario ¡y sí! unos lo consideraron una locura, por ser un riesgo grande en plena crisis, y actualmente hay días que son mejor que otros, pero, en definitiva, nos ha impulsado a romper el esquema, ir más allá del miedo, a ganar experiencia. Es un aprendizaje continuo, donde también nos volvemos más empáticos con el mundo que nos rodea.
En retrospectiva, la fase de planificación fue de la más importantes, el pensar la marca no solamente como algo de la industria de la moda, sino también como negocio ¿cuál es el modelo que mejor se adapta a nuestra propuesta? ¿cómo llegar a nuestras clientes de la mejor forma? Para que ellas se sientan identificadas ¿cómo podemos ser ese oasis, ese Jardín del Edén en su día a día? Todas estas preguntas, fueron parte de la planificación para el lanzamiento y posterior mantenimiento de la marca y la colección de Solissa.
Con Solissa estamos en crecimiento continuo, mejorando. Seguimos aprendiendo de la mano de nuestros usuarios y queda un largo recorrido, pero definitivamente fue clave que el pensamiento del diseño nos impulsó a ver la crisis como una oportunidad.
Al mismo tiempo, como diseñadora de calzado, ha sido clave toda esta visión estratégica ya que los cambios fueron inevitables, desde la planeación de la colección, la forma de gestionar el prototipado de la misma, hasta las relaciones y comunicación entre los departamentos y con los proveedores. Fue de mucho seguimiento y sobretodo de reinventar, cómo adaptar los procesos a modalidades en línea y así mantener la ruta o métodos que alguna vez planteamos y que incluso estamos mejorando y así hacer del mismo algo más dinámico y sinérgico.
– Para finalizar. ¿Qué recomendaciones le compartirías a estudiantes de la carrera de Diseño Estratégico?
-Desarrollen su sensibilidad. Estamos ante un mundo cambiante donde el sentir y las habilidades cambian y se potencian día tras día. Independientemente de la rama en la cual nos especialicemos al terminar los estudios, observar, escuchar e investigar son punta de lanza para la creación de soluciones integrales, ya sea en productos o en procesos.
Puede que sea abrumador e incluso darnos miedo, lo importante es ir más allá, evaluar las posibilidades y creer en lo que hacemos. También make it work. Como diseñadores tenemos la ventaja de no tener una fórmula cuadrada y estandarizada para el resultado.
En este mundo 2+2 puede ser igual a millones, la creatividad es nuestra aliada y el pensamiento estratégico es clave para tener los pies en la tierra y proponer soluciones reales, únicas y a la vanguardia de las demandas presentes y futuras.
German Rosa
Docente e investigador. ECMH alumni