Capítulo V: Alejandro Aravena: el poder del diseño

 

En esta última entrega sobre algunos hitos relevantes en la historia del diseño universal, retomo la visión del arquitecto chileno Alejandro Aravena, ganador del prestigioso premio de arquitectura, Pritzker, 2016.
La filosofía de diseño que aplica Aravena a sus proyectos, desde su estudio de arquitectura Elemental, se puede retomar en estos días y aplicar a proyectos sociales ante la coyuntura de la Pandemia del COVIDA -19. Describiré esta perspectiva de diseño.

Algunos de las iniciativas en las que ha trabajado Aravena, junto a su equipo, se plantean desde la innovación social y se han enfocado en repensar y diseñar la vivienda social. Estos abordajes los hace desde su filosofía de diseño, ideología directa en señalar que el poder del diseño es el de síntesis.

En los diversos escenarios sociales donde se presentan fenómenos de naturaleza perversa como la violencia, sobrepoblación o el desplazamiento forzado, es importante que los diseñadores sinteticen información y organicen a los diferentes actores involucrados. En la medida en que los problemas sociales sean muy complejos mayor simplicidad se debe aplicar desde el diseño.

¿Cómo aplicar simplicidad a los proyectos desde esta filosofía de diseño? Aravena hace una reflexión epistemológica a las interrogantes que se deben responder con proyectos de diseño y arquitectura. Nos invita a ver que, en el diseño, a veces no se trata de buscar una respuesta correcta, sino de buscar la pregunta correcta. Aravena hace mucho énfasis en eso ya que como él menciona en diversas entrevistas, no hay nada peor que contestar bien la pregunta equivocada. ¿Será que no estamos abordando las preguntas correctas a los problemas sociales desde el diseño? Pero ¿que se necesita para hacer la pregunta adecuada?

Para tratar de dar respuesta a esta interrogante utilizaré algunos elementos que Alejandro Aravena plantea en varias charlas y entrevistas. El primer punto: es necesario trabajar colaborativamente con los usuarios, es decir cocrear. Se tiene que procurar canalizar el poder de construcción de las personas. En ocasiones son los mismos usuarios quienes dan solución a las interrogantes y construyen y dan sentido a las propuestas. El segundo punto: es importante ser un buen observador, pero sobre todo alguien que sepa percibir las múltiples realidades y por medio del sentido común construir proyectos que además de ajustarse de mejor manera a las necesidades más urgentes, puedan ser sostenibles. Como dice Aravena, finalmente la sostenibilidad es el uso riguroso del sentido común.

Este último capítulo que aborda de manera general este punto de vista de Alejandro Aravena desarrolla algunos de los aspectos descritos en las entregas anteriores. El diseño es una disciplina capaz de proyectar mundos más justos para los distintos sectores sociales. Para que esto suceda será relevante trabajar en colaboración con los distintos actores y estar atentos siempre al aprendizaje constante que nos proporciona el sentido común.

Con estas entregas semanales quise mostrar que el diseño no es exclusivo a un rubro solo de estética y función ligado al mercado como herramienta de producción, sino que también es un campo donde se puede reflexionar y ¿por qué no?, cambiar la comunidad donde vivimos, cambiar la sociedad, en fin, cambiar el mundo. Es pues tarea de los diseñadores reflexionar, pero sobre todo actuar desde sus contextos más próximos para cambiar las situaciones actuales por situaciones justas a las necesidades de los ciudadanos más vulnerables.

German Rosa

Docente e investigador. ECMH alumni

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