Transmedialidad: simplemente compleja.
Mientras leía mi TimeLine de Twitter, me encontré con este twitt:
Eso del “sujeto complejo” me hizo sentir aludida, sobretodo cuando estaba acompañado de “nueva gramática”. Haber hecho click en el hipervínculo, me llevó a leer un enriquecedor artículo sobre la transmedialidad, esa otra palabrita que acompañaba al sujeto complejo.
Al siguiente día, me encontré buscando más información, libros y artículos que me permitieran comprender mejor este tema que me parece más que interesante.
Pero entonces, entrando en materia, ¿qué es eso de la transmedialidad? Aunque parece que la palabra se explica sola, en el artículo mencionado, me llamó especialmente la atención la frase:
“Vivimos una época de esquizofrenia epistemológica por la ausencia de una visión abarcativa de las nuevas realidades comunicativas” Guillermo Orozco Gómez
Eso quizá no se explica solo tan fácilmente. Por eso es necesario adentrarse en el tema de la transmedialidad y procurar comprenderlo desde su complejidad. Empecemos entonces por esto de la “esquizofrenia epistemológica”.
El avance las nuevas tecnologías de información y comunicación ha sido tan apabullante en términos de tiempo que ha favorecido el surgimiento de nuevas, abundantes y complejas formas de comunicación “nuevas realidades comunicativas”: desde el hipervínculo, hasta los #hashtags, pasando por los teléfonos inteligentes, hasta las tablets, incluyendo de Google a Twitter y demás.
Esta exorbitante cantidad de nuevos lenguajes comunicativos es tal, que no ha logrado ser teorizada e interpretada con la misma velocidad en la que está surgiendo, dando pie a una “esquizofrenia epistemológica” que repercute en la comprensión de los usos y efectos que generan en términos de consumo cultural.
Pero al mismo tiempo, todas estas nuevas realidades comunicativas están íntimamente ligadas. Incluso, parte de su epistemología tiene que ver con estar “vinculadas”. De ahí, la necesidad de una visión abarcativa de sus interacciones. Como afirma Carlos Scolari (2006) “resulta cuanto menos interesante analizar cómo las formas interactivas e hipertextuales de la comunicación que caracterizan a los nuevos medios están remodelando los lenguajes de los viejos medios”.
Las transmedialidades se han convertido en el signo de nuestro tiempo, afirma Virginia Guarinos y expone su punto en un artículo con ese nombre. “Lo trans es ya hoy una colaboración y mezcla de diversos modos en interacción llegándose al borrado de pertenencia y alcanzando un corpus de elementos universales propios y constitutivos de un modo especial de elaborar discursos del hombre postmoderno” ese hombre complejo del que también habla Guillermo Orozco.
Según Convergence Culture, el libro de de Henry Jenkins, la convergencia es el flujo de contenido a través de múltiples plataformas mediáticas, la cooperación entre múltiples industrias mediáticas y el comportamiento migratorio de las audiencias mediáticas, dispuestas a ir casi a cualquier parte en busca del tipo deseado de experiencias de entretenimiento (Jenkins, 2006).
Quiero cerrar esta breve aproximación teórica a la transmedialidad citando al autor del libro Multitudes Inteligentes, Howard Rheingold en referencia a Jenkins, uno de los principales teóricos que se han aventurado a comprender “lo trans”:
Leda Romero
ECMH alumni
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