Tuve la suerte de coincidir dos veces con Félix Beltrán. La primera vez fue en 2007 cuando visitó la Escuela. En esa oportunidad nos compartió sobre su experiencia como diseñador y cartelista en el siglo XX. 

La segunda vez lo vi en Madrid. En esa ocasión tuvo una intervención en el 9 Encuentro del BID: Enseñanza y Diseño. En ambas ocasiones vi a Félix muy alegre y ameno. Hacía muchas bromas y contaba anécdotas muy divertidas. Su universalidad estaba hasta en el humor. Creo que no haría falta mencionar que también sus pasaportes cubano, mexicano y estadounidense pueden dar fe de haber sido un ciudadano del mundo. Bueno, ya lo dije. 

Ya desde 1963, Beltrán inició su vocación como docente compartiendo sus experiencias en diversas universidades. En paralelo a su mítica carrera como diseñador y cartelista, siempre se involucró en la formación profesional de los diseñadores. La ponencia que compartió en Madrid tenía relación al tema educativo: ¨Propuestas para elevar el nivel de la docencia del Diseño¨. En este espacio, Félix hizo énfasis en que para ser docente de diseño se tenía que estar ligado a la práctica profesional. Para él, debe existir una relación casi dialéctica hegeliana en la que el rol del docente no se puede entender sino por su relación con la práctica y sus estudiantes. En esta trama de aprendizaje, el docente no podrá transferir capacidades si no las tiene, por eso es importante que los docentes estén en la práctica, en una comunicación continua con su área de profesión (Beltrán, 2021).

Desde esta visión, debe existir una relación horizontal entre estudiantes y docentes: ambos salen de campo a investigar, co crean en la misma mesa, se genera un diálogo y existe una retroalimentación en esta sinergia. Finalmente, esta es una invitación para que el docente sea facilitador de herramientas, procesos y metodologías desde su práctica profesional.

En la actualidad, el rol del docente demanda a que se involucre en el quehacer junto a sus estudiantes. Ya no tiene una participación exclusiva evaluando y brindando retroalimentación, porque su tarea se amplía en la praxis.

Ya en esta parte el lector habrá notado que hacen falta muchos detalles sobre la vida y profesión de Félix Beltrán. Es adrede. La figura de Félix es muy grande para sintetizarla en unos cuántos párrafos. En las siguientes entradas al blog, compartiré más aprendizajes que nos dejó Beltrán desde su vida y profesión.