Lo Estratégico del 2012: año de la ciudadanía
El 2012 está llamado a ser un año estratégico. Para el mundo en general y particularmente para El Salvador, este año debe convertirse en un punto de inflexión que altere definitivamente el estado actual de nuestra economía y nuestra sociedad. Debemos pasar del consentimiento al compromiso. Hay que propagar una “epidemia de ciudadanía”.
Siguiendo las ideas de Malcom Gladwell en The Tipping Point, una epidemia es el incremento repentino y fuera de la tendencia de algo, por ejemplo, una enfermedad, una idea o un comportamiento. El tipping point o punto clave (como fue traducido el título del libro al español) es el momento en el que la tendencia adopta el comportamiento de una epidemia. Esto se produce cuando se dan las condiciones adecuadas en tres ámbitos: los propagadores, el agente de la epidemia y el contexto. Veamos algunas de las condiciones actuales de cada uno para convencernos de que es el momento de actuar.
1. Los propagadores:
El alcance y evolución de los medios sociales o social media y la consecuente expansión de las redes sociales han democratizado la capacidad de propagar epidemias sociales. Lo que antes estaba destinado para personas con cualidades especiales (carisma, alto nivel de conocimiento y capacidad para relacionarse) es ahora un recurso al alcance de cualquiera.
La primavera árabe, los Indignados (incluidos los SV), Occupy Wall Street, son ejemplos de cómo cada individuo es un propagador en potencia capaz de influir en otros, siempre y cuando el agente de la epidemia – en este caso, la causa – sea relevante.
2. El agente de la epidemia:
Las movilizaciones ciudadanas, tanto virtuales como físicas, propiciadas por el famoso decreto 743 son una muestra de cómo muchos se agruparon alrededor de la idea de que un órgano del estado no debe intervenir en el funcionamiento de otro, ni coartar las funciones.
Algo similar sucedió a raíz de la destrucción del mosaico que adornaba la Catedral de San Salvador. A pesar de que en su momento la obra de arte generó críticas, muchos de quienes la criticaron mostraron su desacuerdo con el irrespeto al patrimonio cultura que significó su retiro y la impunidad para con quienes lo hicieron.
Estos ejemplos son muestra de cómo un mensaje claro y unificador es capaz de poner en agenda temas de interés. Y debemos reconocer que el contexto que vivimos nos ofrece mucho de dónde elegir.
3. El contexto:
Adonde dirijamos la vista encontraremos cosas que no están bien en El Salvador: asesinatos, corrupción, comportamientos inadecuados por parte de funcionarios públicos, indiferencia ciudadana y una larga serie de etcéteras, de la que hay que destacar algunos sucesos particulares de este 2012. Primero, el aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, que a pesar de haberse celebrado ya, ha abierto temas de discusión y conflictos que por mucho tiempo el país prefirió obviar, pero que estamos obligados a dirimir si queremos prosperar como sociedad. Segundo, celebraremos las primeras elecciones legislativas en la que los ciudadanos seremos tratado con algún nivel de decencia, al permitírsenos – gracias a la insistencia de la misma ciudadanía – elegir directamente a nuestros representantes.
No cabe duda que las condiciones están dadas para que despertemos, nos interesemos, nos organicemos y actuemos por sacar adelante el país.
El futuro próximo demanda (jóvenes) ciudadanos comprometidos
Un artículo publicado recientemente por la BBC recoge la preocupación de líderes políticos y empresariales reunidos en el Foro Económico Mundial acerca del alto índice de desempleo juvenil y lo que esto representa: una bomba de tiempo social y económica.
De acuerdo con un profesor de una escuela de negocios citado en dicho artículo: “El desempleo es una porquería. El desempleo juvenil es peor aún. Los jóvenes perdieron la línea de visión hacia el futuro”.
Las perspectivas para quienes ahora estudian en las universidades son poco optimistas, pero esto no significa que el rumbo no pueda enderezarse. Eso sí, para hacerlo se requiere del compromiso de los jóvenes por vigilar y garantizar que las instituciones sociales y económicas funcionen correctamente y sean respetadas. Ahora más que nunca los jóvenes deben adueñarse de su futuro, ejerciendo sus derechos y deberes como ciudadanos.
La comunicación y el diseño en la construcción de ciudadanía
En tanto disciplinas que tienen a la base los problemas y necesidades de los seres humanos, la comunicación y el diseño están llamadas a jugar un papel protagónico en la construcción de ciudadanía. Pero para ello, se requieren comunicadores y diseñadores comprometidos con un proyecto ciudadano.
En la ECMH hemos asumido el compromiso de impulsar esta transformación, aunque en última instancia son los jóvenes los responsables de su concreción. Como institución de educación superior aportaremos los espacios para la discusión de temas de país – porque antes de actuar se debe conocer – y apoyaremos iniciativas que surjan de nuestros estudiantes. En la Escuela, éste será el “Año de la Ciudadanía”.
Federico Harrison
Rector de la Escuela de Comunicación Mónica Herrera. ECMH alumni