Una de las características más fascinantes de la era de la conectividad es la gran cantidad de insumos que diariamente saltan ante nuestra presencia evidenciando los acelerados cambios culturales por los que estamos atravesando. Un poco de atención basta para encontrar ejemplos, incluso en el lugar de trabajo.

Tal es el caso del video Party Rock Anthem SV que los jóvenes de yamtProductions (@yamtProductions) subieron a YouTube el 2 de septiembre y que en solo cinco días obtuvo 30,434 visitas, fue compartido en Facebook más de seis mil veces, generó ofertas de trabajo para sus productores y obtuvo la atención de uno de los principales periódicos de El Salvador (El Diario de Hoy, 7 de septiembre, pg. 20). Esto por mencionar solo algunos de los logros alcanzados.

También vale la pena destacar los honores recibidos por el video después de los primeros días de exposición, mismos que fueron destacados en un comentario de uno de sus visitantes:

Este caso resulta ser un ejemplo vivo para ilustrar dos conceptos que he abordado antes en este blog: el de “meme” y el de “comunidad”.

En el post Un “meme” llamado #IndignadosSV sostenía que, si bien es cierto, los memes (o unidades de transmisión cultural) se sirven de aplicaciones tecnológicas para propagarse, su éxito radica en la conexión que puedan establecer con el contexto que los produce y/o en el que se propagan. Aunque no estoy afirmando que el video Party Rock Anthem SV sea ya un meme, basta con leer los comentarios escritos en YouTube para notar la empatía que se ha generado con quienes lo han visto, y cómo el tema de la juventud, unido al nacionalismo y la inseguridad resulta relevante para algunos. Aquí una selección rápida de comentarios:

Más interesante resulta la aplicación a este caso de una de las ideas que exponía en Pensando en “comunidad”: quienes participan de las llamadas redes sociales (ej.: Twitter, Facebook) lo hacen muchas veces para integrarse a comunidades de personas con quienes tienen algo en común.

Party Rock Anthem SV es un buen ejemplo para ver a una comunidad en acción. Surge espontáneamente, muchos jóvenes participan en su grabación por el simple placer de hacerlo, luego comparten el enlace del video con sus amigos, quienes lo trasladan a otros y estos a otros y así sucesivamente. A medida la red se va ampliando y se constituye en una comunidad, germina entre sus miembros el entusiasmo por hacerla crecer aún más y, tal vez lo más importante, quienes participan de ella se sienten protagonistas de los logros alcanzados.

A estas alturas, es posible que muchas empresas que han invertido cuantiosos recursos en la producción de videos para “viralizarlos” se estén preguntando cuáles han sido las claves del éxito de Party Rock Anthem SV; cómo es que un grupo de jóvenes universitarios logró en cinco días más del triple de visitas de lo que ellos han conseguido en meses; por qué la gente los ha apoyado de esta manera. La respuesta es más sencilla de lo que parece: las personas hacen lo que les gusta y les da la gana hacer.

Tratar de que la gente haga lo que uno quiere que hagan no funciona. Ayudarlas a hacer lo que les gusta aumentará las probabilidades de éxito.

Como lo señala Duncan J. Watts, las redes y las comunidades surgen casi por casualidad y por un efecto de “bola de nieve”. Se alimentan de su misma historia, por lo que la clave se encuentra en la manera y razones por las que nacen.

Finalmente, quiero destacar cómo la combinación de talento, creatividad y relevancia, junto al instinto de compartir desinteresadamente con otros, es capaz de generar fenómenos como el de “Party Rock Anthem SV”. Y así como su propósito puede ser sencillamente el de divertirnos, también puede utilizarse para generar las transformaciones que nuestra sociedad demanda.

¡Muchas felicidades muchachos y sigan adelante!

Agradecimientos a Toto Burgos (@totoink) por facilitarme las estadísticas utilizadas en este post.